29 de junio de 2010

Es curioso. A las mujeres nos gusta hablar pero no siempre hablamos de cosas que importen. Tenemos fama de charlatanas pero también nos callamos mucho y aguantamos enojos, incertidumbres, reclamos sin saber bien por qué. ¿Quizás por quedar como tontas? ¿Por no volvernos vulnerables ante la mirada de las demás? No sé. Y la verdad es que muchas de esas cosas (de esos miedos, de esas taras, de esos defectos físicos que sufrimos en silencio) en realidad nos pasan a todas. Sólo que no lo sabemos.
esta es para vos pili ! :D

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