28 de agosto de 2011

reflexiones estúpidas a las cuatro de la mañana.


Estoy volviéndome tan loca como para llegar a convertir una metáfora en una filosofía. Ya lo dije varias veces. La vida es un libro. Un libro que no tiene nombre. Los escritores o el escritor de ese libro, a veces es injusto, pero cuando lo es, por algo lo es. Puede que sea injusto con la persona inapropiada, pero para ser justo con el otro. Se cansan de los personajes. A veces los sacan de las historias para poder causar una consecuencia en otro personaje. A veces hacen que pasen cosas tristes para evitar cosas aún más tristes, o para crear momentos felices a partir de momentos de sufrimiento. Hacen que la gente sonría, se enamore. Hacen que otra gente sufra y llore. Hace que todos sus personajes vivan una vida que sea digna, y hace personajes de vidas indignas que hace que la vida de otros sea digna. Inventan cosas nuevas. Debo admitir que estos escritores o este escritor es muy inteligente. Definitivamente no es humano, crea a los humanos en su libro, un libro con capítulos de hojas desordenadas y entrelazadas. Esta filosofía del libro es literal. Es un sueño o la imaginación de alguien. Alguien lo tiene que haber inventado, ¿realmente existimos? ¿porque se van las personas? ¿porque nacen? no soy la única que se lo puso a preguntar. Realmente nunca voy a llegar a saber si la parte del universo desconocido es un mundo aparte, si hay vida en otro planeta o si directamente esta vida existe. Pero sé que tengo que vivir las hojas de este libro a más no poder. Hasta que mi querido escritor le quiera poner fin a mi historia, yo no voy a salir de esos renglones. Voy a hacer lo posible por permanecer. El destino está escrito, pero no me voy a rendir de que este escritor deje de escribir sobre mi, mi vida va a ser interesante, es interesante, y a este escritor no me tiene que sacar nada, porque dejará de serlo y mi capitulo le faltan millones de hojas por escribir, 
¿cuándo mejor que hoy para decidir si quiero permanecer en esos billones de renglones y si quiero disfrutar al máximo mis hojas?
Hoy más que nunca, quiero vivir a pleno. pero en tu companía 

Haz que la vida siempre arda con la llama más intensa. El retrato de Dorian Grey

15 de agosto de 2011

¿Has amado alguna vez a alguien hasta llegar a sentir que ya no existes, hasta el punto en el que ya no te importa lo que pase, hasta el punto en el que estar con él ya es suficiente, cuando te mira y tu corazón se detiene por un instante?.

Yo si. 

9 de agosto de 2011

 Estoy por cometer la locura de ser una persona tranquila. 
no lo puedo permitir



Amo sentir la seguridad que vos me das. Amo estar viviendo mi propia historia, la que en nombre de muchos, escribí miles de veces. Lo merecía, o eso creo. 
Este año empezó confundiéndome, pero entiendo por qué. Todo pasa porque tiene que pasar.

Soy feliz.

5 de agosto de 2011

trust

Sus ojos centellean. Ya casi no brillan. Parece que todo está perdido. El tren partió, y se alejó, de su casa, de su cuerpo, de su alma, de su vida. Ya nada era igual. Todo un castillo construido, ladrillo por ladrillo. Un terremoto y se hizo polvo, en poco tiempo. Pero ella sabe que se va a arreglar. De a poco, logrará reconstruir, ladrillo por ladrillo. Y se sanará, con tiempo, pero sanará. -No vale la pena sentarse en un rincón a llorar por esto- se repitió infinitas veces. Dudó, pero se auto convenció de que en algún momento, iba a volver. Si, volvería, se sentaría a cenar en la mesa, comerían pasta mirando televisión, hablarían de sus vidas, su pasado, su relación con su madre, sus trabajos, sus noticias. Todo eso volvería, estaba segura. Solo tenía que esperar. Confiaba en las palabras escritas. Ni distancia, ni tiempo. Nada iba a separarlos, porque estaban estrechamente unidos, tanto, que por más meses y meses sin encontrarse, sabían como estaba el otro, perfectamente.
Se  levantó, contempló su rostro en el espejo. Se secó las lágrimas y se prometió no volver a llorar, sabía que se mentía, pero se consolaba al mismo tiempo. Se sujetó el pelo en una cola, caminó hacia su habitación. Se acostó en la cama, en donde estaba el amor de su vida, en el otro extremo de la cama, muy distante, pero pronto se acercaría, y volvería a abrazarla. Ella confiaba que volvería a abrazarla.

3 de agosto de 2011

Y mientras mis lágrimas de luto, caen en mi mejilla entiendo, que no tendré lo que más quiero... ese minuto más.

Te extraño  Lula.   
01-08-11