Cada vez que pienso, las dudas, ¿en donde caen? ¿Por donde salen y adonde van? ¿A dónde nos quieren llevar? Igualmente lo que genera la duda es el miedo, el miedo a ser, el miedo a no ser, el miedo al abandono, o el miedo al compromiso. Puros extremos, habló como si yo no fuera extremista, pero más allá de mi personalidad, ¿todos seremos tan extremistas?, dejó de pensar y viví el hoy, ok. Vivo el hoy, ¿están seguros que no se me va a escapar de mi mente uf poquito el futuro?, es solo un dicho, un pretexto pero es imposible vivir, verdaderamente, el hoy. Sinceramente es así, nadie puede no pensar, en momentos de ocio ¿Qué hacemos? Pensamos, “boludíamos”, PLANIFICAMOS, pero así es como también nos salteamos varios errores y nos va bien, porque a lo que nos tenemos que dedicar SIEMPRE es a pensar.
El miedo a ser feliz, esta es para vos pilar, es lo peor, queremos lo que no tenemos, y cuando lo tenemos no lo queremos, buscamos, queremos el DESAFÍO, nos gusta pelearla, pero cuando tenemos todo hecho nos aburrimos, esos son los que quieren luchar por la vida (parezco de San Cristóbal segurosK) pero es la realidad. El miedo a ser feliz se concentra en tener todo tan perfecto que cuando se derrumbe el impacto sea tremendo.
Recuerdo una conversación con vos que hablábamos de cómo teníamos la vida cuando éramos chiquitas, que creíamos que nuestra vida era perfecta, pero sin embargo eso nos gustaba. ¿Y sabes que creo? Que madurar te representa distintos desafíos, te implica el elegir, porque es ahí cuando te notas diferente al resto y empozas a diferenciarte, a cambiar, y tu vida toma un antes un después, dejaste la infancia atrás y ahora miras hacia adelante. Bueno, me fui de tema, a lo que iba, es que antes nos gustaba la perfección, o lo que parecía perfección (es tan solo un punto de vista), ahora eso nos asusta, ¿tiene que ser así? No les demos el gusto al miedo, le podemos ganar.
Mi filosofía es de la calle y es mía
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