Yo pensaba que todo se había terminado, pero sin embargo otros no lo vieron así, yo quería olvidarlo, el esconderse en un laberinto sin fin. Y así, seguimos caminando, sin discutir, solo podíamos conservar la mitad de los recuerdos de esos meses sin fin. Y terminamos encontrando otras historias, más libros que escribir, apoyándonos en nuestras decisiones, pudimos salir de ahí, y ahora que lo pienso, existe nuestra amistad, con un poco de respeto, y más de libertad. Porque el rencor estaba agonizando y lo terminamos de matar, con palabras insensatas, con un poco de felicidad. Pocas veces volvimos a discutir, pocas veces no nos contamos la verdad, terminamos bien de algo que al fin, había terminado mal. Y ahora cada uno con su historia, unas vienen y otra van, la mía empezó hace tiempo, y aumenta mi felicidad, en la suya yo lo apoyo, ignoramos el pasado de una forma irracional, pero a ninguno le molesta, porque así lo logramos encontrar.
Ahora con mi nueva historia, todo es un mar sin fin, en el que no creo ahogarme, pero tampoco poder salir, las olas me atropellan, las frases resuenan en mi cabeza, tendría que haber escuchado cuando me decían que mi vida no se caía en pedazos, pero aun así somos felices, construyendo las heridas, logrando escapar del viento que nos intenta poner de rodillas.
Por ahí, olvido los momentos, quizás eso no esté mal, recuerdo los que decían que eso no iba a terminar, pero al concluir me dí cuenta que el final me dejó volver a comenzar~
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