18 de diciembre de 2010

Parece el final, pero es mi principio


“Las canciones sobre la tristeza son las más lindas, quizás porque la tristeza necesite maquillaje y la felicidad no” Joaquín Sabina.

Me recosté, empecé a pensar sobre temas que jamás habría imaginado. No sabía ya que pensar sobre la vida, por ahí se me viene la idea de que nuestra existencia es un libro. Otras me pongo a dudar sobre lo que siento. Muchas veces, me arrepiento de haberme recostado a pensar. Y luego, pese a las circunstancias, me doy cuenta que si lo pensé, fue por algo. De mis ojos brotan lágrimas, y a la vez, en mi rostro se forma una sonrisa. No entiendo mi personalidad, ni mi reacción, ¿seré bipolar? Pero como sería, si en realidad, todos fuéramos bipolares, por simple naturaleza. ¿Acaso es una clasificación humana para lo real? Todos nos hemos sentido identificados cuando hablan de narcisismo, depresión, etc. Entonces, ¿la realidad es tan inabsoluta, que hasta nosotros mismos nos damos cuenta de lo irreal que es? ¿Lo que consideramos irreal, puede llegar a ser real, aunque invisible a nuestros ojos? Pensemos un poco más, todo es real, o todo irreal, es una línea difusa, la concreción no es correspondida.

Las palabras de odio hieren fuerte, pero las acciones, concluyen en odio.las voces suenan en nuestros oídos, las miradas nos perturban la cabeza, y las palabras golpean fuerte nuestro autoestima.



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