17 de noviembre de 2010

con vos descubrí el bien y el mal


Ya no me encuentro preguntando sobre amor por fin no hay nada que pretenda no saber, entiendo que no hay relación entre amar y envejecer. Ya no me encuentro preguntando cómo dar, por fin comparto por el miedo de perder el milagro de tus caricias llegando el amanecer. Ya no me encuentro contestando un "¿yo que se?" por fin entiendo que en tus redes yo caí. Ya no me encuentro preguntándome "¿por qué?" por fin entiendo de una vez que es porque sí, porque te vi, te dejé entrar, cerré la puerta y te elegí. Porque esos dos faroles pueden hacer que si estoy fané, las pequeñas cosas se bañen del brillo de esa ternura que transmitís cuando me miras. Hoy puedo entender que te gusta el té que odias el café, que no queres rosas, que a pesar del vértigo no hay altura que impida que me saque el disfraz. Tirando a matar, dándonos changüí, puro razonar, puro frenesí. Se escribe así nuestra historia: que funcione o no, que esté bien o mal, vivirlo con vos para mí es la gloria. Sin escatimar, sin darnos de más sin acelerar sin tirar pa' atrás, siempre fue así nuestro asunto: le falta de acá, le sobra de allá, retocándolo, pero siempre juntos... Siempre juntos... Ya no le temo a ese cagón que habita en mí, ni a sus ataques tontos de furia precoz. Distingo excusa y resultado y hoy elijo estar con vos. Ya no me encuentro figurando en el "verás" por fin no veo más que lo que va a venir, pago el precio de tenerte, darte amor y ser feliz. Ya no me encuentro contestando un "¿yo que se?" por fin entiendo que en tus redes yo caí. Ya no me encuentro preguntándome "¿por qué?" por fin entiendo de una vez que es porque sí, porque te vite dejé entrar, cerré la puerta y te elegí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

es simple, es claro