25 de noviembre de 2010

te deseo suerte y que te valla bien

No sé cuantas cosas se pueden encontrar en el ojo izquierdo de una persona, pero sé que en tus labios yo pude encontrar amor sin fin y me hizo enloquecer. No sé cuantas rosas te habrán regalado ya, pero tengo todavía la esperanza de saber, que de todas esas rosas que te dieron ninguna fue de papel. Y te condena mi celoso corazón, cuando le contás tu historia. Nunca conoció la gloria en cuestiones del amor. Y sé que nunca se me va a olvidar tu voz, aunque pierda la memoria, con acercarse a la victoria se conforma un perdedor. Y te tendré que dejar escapar, sé que lo voy a lamentar, pero te digo, amor, que hay que saber cuándo parar. Te digo amor, no te pongas triste corazón, que el sol no va a brillar, quédate tranquila que va a haber tiempo para bailar. No sé cuantos ángeles te quieren ayudar pero tengo la esperanza que ninguno va a poder, desnudarte no de cuerpo, sino de alma, disfrutar de ese placer, y la verdad no sé muy bien a que tengo miedo, nunca fui mucho de apostar. Una corazonada me dice que es hora de parar. Y lo peor es que estos días ando seco, no tengo un peso para dar. Y cuando tu cigarro se consuma sin parar, siempre mi voz vas a escuchar, y ahí vas a decir, que hay que saber cuándo parar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

es simple, es claro