crímenes perfectos que no cometimos

Aprender a respirar, vivir sin paz, concluir eternamente, solo por un rato, es todo lo que quería dejar, todo lo que quiero abandonar de mi, y ser alguien otra vez, conseguir salir, buscar y reconocer, saber, pensar, actuar, mirar hacia ambos lados antes de cruzar. Desesperanzada estaba muerta, y viva en un lugar profundo, pero alguien me rescató. Lo agradezco. Nade mucho y hoy llegué. Corrí mucho y hoy llegué. Soñé mucho y hoy reaccioné: vivir y pensar, muchas veces, no deben combinar. ¿Quién es el perfecto que vive acá? ¡Qué lance la primera piedra!, ¿quién nunca se equivocó? ¿Quién nunca robo un hecho? ¿Quién nunca lloró? ¿Quién nunca rió haciendo llorar? ¿Quién nunca gritó desesperadamente: me falta amor? ¿Quién nunca molestó? ¿Quién nunca se quejó? ¿Quién nunca considero la perfección?

Perfección es una palabra, un punto de vista. No es un hecho, ni una realidad. Ni un adjetivo, ni un: bien o mal. Nadie te condena por ser imperfecto, de ser así, todos nos encarcelamos. Nadie te eleva por ser perfecto, porque nadie está en el cielo. Nadie te conoce diciéndote perfecto. Nadie que no sepa no reconoce el ser imperfecto. Y la semiperfeccion, es otro punto de vista. Porque si es así, todos somos semiperfectos, pero no con los mismos ojos. ¡qué aburrido ser perfecto!, no tener nada que corregir, nada de lo que arrepentirse, resignarse, concluir, siempre una misma historia, ¿sin problemas? La vida es con problemas, la vida es imperfecta.